Desde el descubrimiento del fuego y la exaltación del hombre primitivo de entender su misterio, el ser humano fue experimentando sobre este regalo divino. Al tiempo que lo iba empleando para diversas utilidades prácticas, fue creando su propias teorías y conjeturas sobre su naturaleza. Este hecho lo llevó a vislumbrar la existencia de muchos más elementos y cómo estos se relacionaban entre sí. En diversas culturas primigenias las ideas crecieron gracias al instinto de dar explicaciones a los fenómenos naturales y el deseo de dominarlas. Pronto, el conocimiento se fue ampliando y ramificando, creando corrientes inclinadas al culto y la filosofía. Otros senderos siguieron los rastros hacia las propiedades que pueden ser palpadas y explicadas con métodos mecánicos. Así, nace la Alquimia. Con el tiempo esta disciplina se dividió en muchas escuelas y propósitos, desde la puramente filosófica y espiritual hasta la más opuesta, que buscaba producir compuestos químicos de uso práctico. No obstante, a las grandes diferencias de propósitos y niveles de entendimiento, todos los alquimistas, desde sus orígenes hasta el día de hoy tienen un objeto en común: su mesa de trabajo.Este diario está inspirado en el mismo proceso de crear contenido desde lo filosófico hasta lo concerniente al entretenimiento. Esperando que esta mesa de trabajo sea un punto de encuentro, un espacio donde puedas contribuir dejando tus fórmulas mágicas de ideas y comentarios.El portal está abierto y te invitamos a disfrutar de su contenido.
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